RESILIENCIA
Sanar es
expandir el corazón, mostrar la herida abierta; es encontrar infinitos matices en aquellos lugares de nuestro interior que antes eran un mundo polarizado e impenetrable…
percibirse vulnerable sin sentir vergüenza, y desde esa vertiente, transformar la debilidad en fortaleza
un proceso, un hecho y un instante en el que germina el pasado, da su fruto próspero en el presente, y se sabe recoger y conservar para cuando haga falta
estar siempre consciente de la eternidad del ahora, es equilibrar las fuerzas del maltrato y ponderar los beneficios que se recibieron de él
participar con justicia en el balance que se disfruta cuando se comienza a ejercer el poder sobre uno mismo
no sentirse siempre bien, es saber despertar cuando es de día y poder dormir cuando es de noche
saber que cuando se siente angustia, miedo o tristeza, se halla el trance perfecto para deshacer el nudo, con el compromiso total de la certeza
comprender, que si somos vulnerables, hay un lugar del alma en el cual no existe oscuridad; y saber que cuando aparece el dolor, se le puede tomar de la mano y conducirlo hacia la luz
reconocer y agradecer la belleza del fuego interno, cantar con alegría la seguridad de poder compartirla; y también saber que a medida que se comparte, la belleza se multiplica y se difunde
vivir cuando se está vivo y saber retirarse a tiempo, saber cuando se está bien y reconocer el mal rato para percibir la diferencia
salvarse y aprender a salvar; y aprender a encontrar al salvador en el momento preciso
saber distinguir entre un corazón herido y otro pleno, y tener la fortaleza de sentirlo con la potencia necesaria para curarlo o para disfrutarlo según sea el caso.
Jazmín Sambrano